Comentario
El grupo El Paso no era el único movimiento artístico en la España de los últimos años cincuenta, ni siquiera el único interesante. El mismo año que ellos se dio a conocer el Equipo 57, un grupo formado por tres pintores -Agustín Ibarrola (1930), Angel Duarte (1930) y José Duarte (1928)- y dos arquitectos -Juan Cuenca y Juan Serrano-, a los que se unió más tarde Thorkild Hansen, un danés. Se proponían aprovechar las ventajas de la máquina para llevarlas al campo del diseño y la arquitectura, renunciando a cualquier voluntad burguesa y capitalista de personalismo, autoría, etc. Descendientes de los constructivistas y del arte concreto y bajo la influencia de Jorge Oteiza, querían cambiar la realidad social, cambiando el medio en el que se desarrolla la vida; de ahí su interés por la arquitectura y el diseño.Sus pinturas y esculturas son de colores planos, delimitados por formas geométricas que se superponen o se interpenetran; pero su labor no se limita a la plástica. Llevados por la voluntad de transformación, publicaron numerosos textos teóricos y buscaron sistemas alternativos para hacer llegar sus obras a un público amplio, vendiéndolas a precios asequibles, en un deseo de romper con la tradición del arte como patrimonio de unos pocos. No querían marchantes ni galerías como El Paso, ni protección oficial, sino una nueva sociedad. Estaban "contra las maniobras monopolizadoras de los marchands y de las galerías de arte, contra los organismos oficiales destinados a la instrucción pública. Consideramos -decían- que mientras no se realicen las condiciones necesarias para una total integración de las artes plásticas en la vida material, nuestra única arma posible de defensa contra la actual situación es negarnos a entrar en las capillitas de los marchands, anticuarios de arte, coleccionistas de mariposas abstractas, concretas o informales... poniendo nuestros trabajos al alcance de todo el mundo a precios de coste".Así, geométricos, abstractos, normativos, fríos y opuestos al mercado artístico y al régimen político español de manera más clara que El Paso, no consiguieron triunfar y es ahora, casi cuarenta años después, cuando se empieza a revisar su obra y el papel que jugaron como precursores de experiencias posteriores de carácter analítico. Muy activos hasta el fin de la década, ya en 1960 eran conscientes de no haber alcanzado lo que se proponían, y consecuentes con sus ideas, algunos formaron parte de Estampa Popular, como Agustín Ibarrola -uno de los artistas más comprometidos en la lucha política- o Pepe Duarte y otros se dedicaron al diseño industrial. Pablo Palazuelo (1916) hace también pintura, y posteriormente escultura, relacionada con esta vertiente normativa.